Medicina china, más que agujas
La acupuntura es una de sus técnicas más
conocidas. Su eficacia está avalada por la Organización Mundial de la
Salud en numerosas enfermedades y dolencias, pero, ¿ha oído hablar de la
moxibustión, el Tui Na o el Chi Kung? Conoce la otra cara de esta
medicina milenaria
EPA/ How Hwee Young
La acupuntura es la especialidad de la medicina
tradicional china que más ha impactado en Occidente; de hecho la
Organización Mundial de la Salud (OMS) en su informe “Acupuntura: Revisión y análisis de informes sobre ensayos clínicos controlados”, recoge todos aquellos síntomas y afecciones en las que ha sido probada su eficacia.Sin embargo, la medicina china es algo más que agujas.
La fitoterapia, el Tui Na, la regulación de los hábitos dietéticos, prácticas de Chi Kung o la moxibustión son otras ramas de una medicina considerada como terapia alternativa pero que tiene más de 4.000 años de existencia.
La medicina tradicional china se basa según el doctor Carlos Llopis, secretario de la Fundación Europea de Medicina China, en regular energías internas que hay en el cuerpo buscando un equilibrio entre el individuo y el exterior.Thomas Richard, presidente de la Comisión de Medicina Tradicional China de la Asociación de Profesionales de las Terapias Naturales (APTN-COFENAT), explica que las más utilizadas son la acupuntura, la fitoterapia y el masaje Tui Na. “Cuando hablamos de medicina china hablamos de acupuntura, es una idea que se debería ir cambiando, pero es la realidad de momento”, comenta.
Según este experto, la medicina tradicional china puede abordar todo tipo de desequilibrios energéticos, el más habitual el dolor, aunque también se puede aplicar en ginecología, dolor menstrual, trastornos del estado del ánimo, insomnio, estrés o ansiedad, entre otros.
“La forma de diagnosticar de la medicina china también es muy diferente a la medicina convencional. La palpitación del pulso, la observación de la persona (postura, gestos, color de la piel o de la lengua), de su voz y respiración u oler su cuerpo, son tácticas muy comunes para determinar el estado energético global”, afirma Richard.El doctor en farmacia Carlos Llopis cuenta a EFEsalud en que consiste cada una de las técnicas que forman la medicina tradicional china:
Fitoterapia. Consiste en el uso de plantas medicinales para conseguir una regulación del cuerpo o de las partes que se encuentran alteradas. La diferencia con la fitoterapia occidental es que no solo son importantes sus principios activos si no que también se tiene en cuenta por ejemplo el sabor y las reacciones determinadas que tiene este en el organismo.
“Los ingredientes principales son plantas medicinales, aunque antiguamente también se utilizaban otros elementos como partes de animales o minerales como el yeso y el talco”, añade Llopis.
Tui Na. Son terapias manuales que buscan la acción en determinados puntos energéticos. Su aplicación tiene numerosos beneficios para la circulación sanguínea, los músculos o las articulaciones pero también para problemas internos como la eneuresis infantil, para ayudar a controlar la perdida de orina involuntaria.
El Chi Kung o Qi Gong es la realización de movimientos muy pausados en el que el objetivo final es mejorar la circulación energética trabajando con cuerpo, mente y respiración. La gran ventaja que ofrece es que lo pueden realizar tanto personas de avanzada edad como jóvenes porque no supone un gran esfuerzo al practicante y ayuda a mantener lubricadas todas las articulaciones.
Acupuntura. Consiste en la inserción de unas finas agujas en ciertos puntos claves de unos canales que recorren el cuerpo y que regulan el equilibrio energético del organismo.
Moxibustión. Actúa en estos mismos puntos pero aplicando calor local mediante puros de artemisia y ventosas. La moxa suele venir preparada y triturada para que se puede hacer una masa y aplicarla en una aguja acupuntural o bien en puros de moxa, que se acercan a la piel, sin producir prácticamente ceniza.
Demanda social
El doctor Carlos Llopis afirma que el perfil del usuario de esta medicina ha evolucionado en las últimas décadas. “Hace veinte años la persona que buscaba esta medicina lo hacía como última opción, pero ahora la población la busca directamente, bien porque ha oído hablar a algún familiar o amigo sobre ella o porque se ha informado personalmente”, asegura.En cuanto a la formación, las cosas han cambiado. La Fundación Europea de Medicina Tradicional China lleva veintitrés años trabajando en la difusión, docencia, investigación y defensa de la práctica de la medicina china en España y Europa, con el aval de numerosas instituciones y universidades de medicina china.
Llopis comenta que empezaron con cursos en colaboración con la Universidad de Beijing y Yunan con 15 alumnos; “en la actualidad tenemos más de 900 matriculados en nuestros centros de Barcelona, Amposta, Madrid y Valencia”.
Tanto la Fundación como la Asociación APTN-COFENAT, abogan por la regulación de estos estudios universitarios como sucede en otros países como Alemania, Inglaterra o Australia. “Es un tema que urge porque la sociedad lo pide y en el mercado te puedes encontrar con gente cualificada y preparada y otra que no lo está”, explica.
Por otra parte el doctor Llopis también habla de la posible identificación que se puede hacer entre la medicina china y los masajes en la calle y asegura que no es nada buena esta imagen porque se relega esta medicina a un estatus de tercera.
“Nosotros lo que queremos es que el que ejerza esta medicina sea profesional, riguroso y serio y para ello necesita una buena formación que finalmente repercutirá en el usuario”, apunta.